Cuando nos tocó probar la Lobo SVT Raptor todo mundo quería manejarla, entonces el Country Manager de Autocosmos se la llevó el primer día para encontrar que a duras penas lograba entrar en su garaje y que todo mundo en la calle la miraba. Decidió renunciar a la prueba y como definitivamente no cabe en mi casa, decidimos hacer un día de prueba completa con la sesión de fotos que resultó ser una de las más divertidas del año. Llevamos la camioneta al parque de la marquesa, donde nos encontramos una pista de cuatrimotos completamente vacía, pedimos permiso y nos metimos a dar de vueltas en esta pickup de proporciones muy grandes. Con el V8 de 6.4L y tracción trasera, logramos muy buenos “drifts” en la terracería. A pesar de que nos aventuramos entre el lodo y el pasto alto, libró sin problemas estos obstáculos.