Corría la década de los años cincuenta, la pujanza de Estados Unidos era latente en el estilo de vida de sus habitantes.
Ford no se quedó fuera de dicha jauja y desarrollaron un auto que según ellos sería la revolución automotriz de cara a los años sesenta, el nombre elegido EDSEL, igual que el del primogénito del fundador de la marca y padre de Henry Ford II.
Se presentó en 1958 y fue descontinuado en 1960.
El auto fue un rotundo fracaso, los clientes que se apresuraron a comprarlo, se quejaron inmediatamente de su poca confiabilidad y baja potencia, hablando de su diseño exterior las bromas con relación a la similitud de su parrilla y un pubis femenino no se hicieron esperar
Es reconocido como el mayor de los fracasos de la industria automotriz moderna, ya que le costó a Ford Motor Company la friolera de 250 millones de dólares, no se olviden que hablamos de dinero de la década de los años sesenta.