Este mito es uno de los más populares. Se dice que si al patear con tu pie las llantas del auto, éste rebota, quiere decir que le falta presión. Aquí lo importante no es si le falta o no aire, sino cuánta presión hace falta para que estén en su presión ideal. Aunque no lo parezca, la presión de las llantas puede hacer la diferencia entre gastar mucho combustible o gastar de más los neumáticos. Cada fabricante define a cuánto deben de ir infladas las llantas de cada uno de sus autos, tomando en cuenta la geometría de la suspensión y el peso máximo del auto para así obtener la mejor área de contacto con el suelo todo el tiempo. Lo ideal es revisar la presión de las llantas en frío (sin rodar mucho) y una vez a la semana, nada más por favor hazlo con un manómetro (un instrumento más preciso) y no con pataditas.