El enemigo directo del consumo de combustible son las vueltas o revoluciones que da un motor. Mientras más vueltas da, más combustible se quema. Por eso es que las marcas han mejorado las transmisiones para tener mayor número de relaciones cortas que permiten aprovechar mejor el torque del motor a bajas revoluciones. Hoy el número llega hasta nueve, pero la más utilizada hasta ahora es la de ocho relaciones fabricada por ZF para muchas marcas. La transmisión CVT o continuamente variable también es muy utilizada ya que no existen cambios, sino unas bandas que aprovechan la curva de torque en todo momento, ajustándose a las necesidades de cada instante. Con esto, las marcas han logrado reducir el consumo entre un 10% y un 20%.
