Subastado por Bonhams en $6,820,000 dólares, este vehículo fue vendido originalmente a Carlos Kauffman, quien era el importador de Ferrari en Venezuela. La operación de este auto en ese mercado se registró por 80,000 Bolívares. Un propietario que lo retuvo hasta 1986 lo pintó de rojo y no fue sino hasta 1991 que llegó a la Maranello Rosso Collection en San Marino, donde volvió a ser pintado en color blanco.