Se trata de la versión más extrema que se ha visto en la historia de este modelo, tanto en estética como en desempeño. La versión de producción en serie equipará un motor de nueva generación, un cuatro cilindros turbocargado de 2.0 litros con una potencia cercana a los 300 hp. Frente a un Civic normal la variante Type-R es más ligero y posee un estilo más robusto y aerodinámico. Además de los elementos que ayudan a mejorar el downforce del vehículo, se ha perfeccionado el flujo de aire que recae en el motor y en el sistema de frenos para obtener un optimo desempeño.