Lamborghini Miura
Este es otro más de los caprichos que añoramos tener en nuestra cochera. Todo un icono de la historia del automóvil, este deportivo logró tener el título del auto más rápido del mundo en la década de los 60 al registrar 277 km/h. Un enorme motor de doce cilindros de 3.5 litros se encargaba de producir 350 caballos de fuerza y una capacidad de respuesta en el 0 a 100 km/h de sólo 6.5 segundos, fastuosa para aquella época. Por favor Santa no nos falles con esta belleza italiana.
