Era claro que la lucha por los honores en 1987 iba a ser entre el Porsche 962 C y el Jaguar XJR-8LM. Los autos británicos eran prácticamente imbatibles en el Campeonato Mundial de Resistencia. Pero Le Mans fue otra historia. Derek Bell, Hans-Joachim Stuck y Al Holbert se quedaron con la victoria.